Educación Física en la Primera Infancia.

En general creemos que, muchas veces por falta de formación en el profesorado, las clases en el Nivel Inicial son una adaptación y/o adecuación de las clases de primaria. Esto no tendría que ser así y uno de los motivos fundamentales se debe a la complejidad de las propuestas que solemos ofrecerles y que los niños y niñas no pueden llevar a cabo, por tanto culpamos al nivel, a las infancias y sus características como responsables de nuestra práctica fallida.

Educación Física en la primer infancia ¿De qué estamos hablando?

Muy poco se habla de la Educación Física en la Primera Infancia; más bien intentamos cubrir esa vacancia con diferentes disciplinas en especial la psicomotricidad, la estimulación temprana, entre otras. Es posible adjudicar esta falencia a la identificación de la educación física como aquella que sucede en los patios, principalmente, de la escuela primaria.
Sumado a lo antedicho, los y las profes, en general, no disfrutan del Nivel Inicial diciendo cosas como…. no te dan bolilla; está cada uno en su mundo…, no logro que me presten atención…, les cuesta esperar…, te llenan de mocos…, se hacen pis…, las maestras no te dan una mano…; otorgando las dificultades que se presentan al nivel en sí, sin detenerse a observar qué sucede con los cuerpos y la corporalidad allí.

Por tanto, si logramos comprender qué sucede en el nivel; si pudiéramos hablar el código que hablan los niños y las niñas más pequeños podríamos disfrutar enormemente de la tarea que allí nos compete. Sin embargo será necesario revisar y reflexionar sobre el lugar de la Educación Física, pensada como y desde un cambio de paradigma que nos incluya mucho más dentro del sistema educativo y por sobre todo, dentro de la primera infancia.

Es tiempo ampliar la mirada, salir de un lugar común para ahondar más en su ámbito de incumbencia y para ello es necesario reflexionar sobre su lugar dentro de éste sistema educativo: “hacer cuerpo” o “contribuir al desarrollo de la corporeidad”.
Es muy común observar cómo en, algunas, instituciones  educativas “las clases de Educación [física] 1 se han conformado como un tiempo para pasar el tiempo” (Taboada, M. & Fernández, A. 2010) y si acercamos la lupa en las propuestas motrices de NIvel Inicial suele convertirse en una animación de fiestas infantiles.

Entonces ¿es posible modificar lo que tan anclado está en las escuelas? Si, es posible, pero para ello será necesario que identifiquemos y le damos trascendencia a este campo disciplinar como aquel que “interviene en la formación corporal y motriz y contribuye, desde una propuesta de enseñanza emancipadora, al desarrollo integral de los niños y las niñas” (Diseño Curricular para la Educación Inicial, 2019).
Para continuar debemos retomar lo que nos trae la definición recién citada donde la Educación Física (y nos quedaremos solo con esta parte) contribuye al desarrollo corporal y motriz a través de propuestas emancipadoras debemos reflexionar lo siguiente:

 

1

Si nos quedamos, como se viene pensando, en un “hacer cuerpo” la Educación Física continuaría siendo pensada como un espacio de acción-reacción que apela más bien a lo físico. Lejos quedamos de propuestas emancipadoras que permitan el desarrollo integral. Sostenemos que la misma apunta meramente a una “dimensión motriz” y que necesita o alcanza por tanto solo “unos pocos minutos por semana” (Oliveira y Co. 2010). De allí el creer que con solo dos veces por semana durante 40 minutos (con suerte) los seres humanos comprenden las posibilidades que le brinda su cuerpo.

Si, en otro orden, pensamos que la Educación Física contribuye al desarrollo de la corporalidad (corporal y motriz) ampliamos su campo disciplinar sabiendo que tiene incidencia desde los primeros años puesto que los niños y las niñas guardan, en este tiempo, un vínculo estrecho con su cuerpo, dado que es a través de él que pueden conocer el mundo que los rodea y así percibir a los otros y saberse a sí
mismos.
Coincidiendo en que es, en la primera infancia donde se constituyen las bases y sustentos para el posterior aprendizaje, cabe preguntarnos…

¿Cómo aprenden los niños y las niñas en sus primeros años de vida? ¿Qué aprenden?

Estas respuestas suelen ser obvias y dichas con mucha claridad en las palabras pero no en las acciones educativas. Analicemos algunas de ellas:

Rta: Aprenden a través de experiencias significativas.

Lo primero que deberíamos reflexionar es el término experiencia ¿Qué es una experiencia?
Podemos tomar como referente a Jorge Larrosa quien nos invita a pensar en ella como “aquello que nos pasa” refiriéndose a esas vivencias únicas e irrepetibles que cada ser humano tiene por sí mismo. Vale entonces continuar nuestro análisis:


¿Que es una experiencia significativa para un niño o para una niña de 1 año?

Acaso será estar sentado en una mesa, esperando que todos sus compañeros y compañeras también lo están; esperando que una docente le pinte su mano; se la tome y selle un papel. Será esta una experiencia significativa en la cual aprenderá cómo se mueven sus manos, qué función cumplen, para qué sirven. Creemos que no, que estas acciones responden más a las necesidades de las personas adultas que a la de los niños y las niñas. Mientras que si ofrecemos oportunidades para que exploren que hacer con sus manos desde los diferentes movimientos corporales contribuiremos a la identificación de sensaciones, usos, acciones reales y autónomas. (Foto 1)

¿Qué es una experiencia significativa para un o una bebe de 4 meses?

Estar sentado/a en un bebesit, siendo hamacada por una persona adulta o colocados en asientos de apoyo cuando aún no logran controlar su espalda para “participar” de una “propuesta pedagógica”.(Foto 2). También creemos que no, ya que es elemental que puedan probar sus posibilidades de movimiento, dado que en este tiempo de crecimiento todo pasa por y a través de su cuerpo. (Foto 3)
Las experiencias significativas en general y en la primera infancia en particular están relacionadas con las vivencias propias donde toda nuestra corporeidad se pone en juego, no solo para vivirlas sino para conformar nuestro sistema nervioso central, nuestra psiquis e ir conformando nuestra personalidad. Es decir que se producen gracias al movimiento, a poner al cuerpo en acción.

Desde muy tempranas edades se busca “someter” al cuerpo al servicio de la mente sin dar lugar al moverse, a expresarse corporalmente. Es, entonces, donde la Educación Física entendida como la educación corporal debiera permitir la exploración libre del cuerpo y sus posibilidades, la que facilita la construcción de la
identidad subjetiva, la que tiene que brindar respuestas teóricas y prácticas. (Foto 4)

Ahora bien, para que pueda ingresar este campo disciplinar al primer ciclo del Nivel Inicial, es necesario que se revise ¿Cuál es el rol de la persona adulta que trae consigo esos conocimientos? en otras palabras ¿El profesor o la profesora de Educación Física tendrá horas curriculares en sala de bebes, sala de 1 y salas de 2?

La respuesta a estos interrogantes es amplia, creemos que sí es posible que los y las profesoras ingresen al primer ciclo del nivel inicial como una nueva figura de apego, construyendo un vínculo seguro con las infancias para ofrecer oportunidades reales para el desarrollo corporal y motriz pero también consideramos con muchísimo valor la posibilidad de intercambio pedagógico interdisciplinario, tal como sucede con otros espacios curriculares como la música ampliando la mirada de las profesionales que se encuentran en la sala.

4

A modo de cierre:

Hay mucho para continuar reflexionando sobre un nuevo espacio de incumbencia de la Educación Física. Es por ello que no quisiera cerrar este escrito sin dejar nuevas preguntas que intentaré ir respondiendo en otras publicaciones: ¿Es necesario de políticas educativas para promover un nuevo cambio de este estilo o quedará en la voluntad docente? ¿La dirección de Currícula de Educación Física podrá salir de los viejos enfoques para abrirse a nuevas perspectivas que amplían la mirada y el lugar de la corporeidad en los aprendizajes en los primeros años defendiendo su incumbencia propia? ¿Qué debe cambiar en la formación docente de educación física para que esto sea posible? ¿Cuál es el rol docente? ¿Cómo debe ser pensada una clase en primera infancia? ¿Qué pasa con los miedos al movimiento de los cuerpos en las instituciones educativas? ¿Qué estrategias son pertinentes para pensar una Educación Física desde los primeros años?
Esperamos poder continuar con este debate ya que…

“El cuerpo no es una cosa, es una situación: es nuestra comprensión del mundo y el boceto de nuestro proyecto” Simone De Beauvoir - 1987

Bibliografía:

  1. De Beauvoir, S. (1981). El segundo sexo (1949). Buenos Aires: Siglo XX.
  2. Diseño curricular para la Educación Inicial. Niñas y niños de 4 y 5 años. – 1a ed . – Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Ministerio de Educación e Innovación, 2019.
  3. Taboada, M. & Fernandez, A. (2010) Educación Física, corporalidad, formación: notas teóricas. En Revista educación fisica y deporte, 29 (2), 277-234.

 

Curriculum de la autora:

  1. Prof. de Educación Preescolar del I.S.F.D Sara Ch. Eccleston. Lic. en Educación de la UNQ;
  2. Lic. en Ed. Física de la UNLa, Prof. Nacional en Ed. Física ISEF F.W. Dickens,
  3. Especialista Docente de Nivel Superior en Alfabetización Inicial del programa Nuestra Escuela.
  4. Jefa del Dto. de Prácticas pedagógicas, Coordinadora por tramo y Prof. de Taller de Práctica y Residencia de la Ed. Física en el NIvel Inicial en el ISEF N° 2 F.W. Dickens.
  5. Es prof. de Talleres de práctica de la enseñanza en el ISEF Sara C. Eccleston. Se desempeñó como Asesora de Formación y Capacitación del BID en La SENNAF. Co Autora de la Bimodalidad en la Educación Inicial

4 comentarios en “Educación Física en la Primera Infancia.”

  1. Yury martinez Arteaga

    La educación física pensada desde la primera infancia es fundamental para q los niños conozcan,valoren y cuiden su cuerpo desde una edad temprana todo esto se logra cuando los niños son los q ponen en práctica movimientos pensando en lo q hago y como lo hago y porq lo hago, creando en ellos una mentalidad de querer es poder con el conocimiento de su corporeidad a través del hacer y el saber

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¿Necesitás ayuda?